miércoles, 28 de abril de 2010

Alicia en el país de las maravillas


Sí, estás loco, chiflado. Pero te diré algo: las mejores personas lo están.

Pájaros de papel



Para triunfar con creces di mierda siete veces: mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda... ¡Mierda!

domingo, 21 de marzo de 2010

Shutter Island


Qué es mejor: ¿vivir como un monstruo o morir como un hombre bueno?

El mal ajeno



- Desde pequeño, siempre he intentado no parecerme a ti.
- Enhorabuena, lo has conseguido.
- ¿Tú crees? Médico, padre a los 20 y solo antes de los 40.
- La diferencia es que yo he sido un buen médico, un buen padre y un buen marido. Y tú... tú eres más guapo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

La intérprete




Algunos países se han declarado la guerra por un mala interpretación.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Tacones lejanos





-Por qué lo hiciste.

-Yo no le maté, mamá.

-Pero tú misma lo confesaste... Nadie te obligó.

-Matarle habría sido lo legítimo, pero como no me permitisteis ni eso, mi única venganza ha sido confesarlo. ¡Aunque fuera mentira!

-¿Por qué me martirizas Rebeca?¿Es por haberme acostado con él, es por eso?

-No digas tonterías, no fuiste la única.

-¿Entonces?

-¿Has visto Soneto de otoño? Es la historia de una famosa pianista que tiene una hija muy mediocre. Una historia como la nuestra. Un día la madre va a visitar a la hija, ya casada, que también es aficionada al piano. Después de comer la madre le pide que interprete algo para ella. A la hija le da un apuro... Pero ante la insistencia de la madre accede y toca muy nerviosa un preludio de Schopen. Cuando termina, la madre por cumplir le dice que lo ha hecho muy bien. Pero no puede evitar sentarse al piano también para darle algunos consejos. Y no hay nada más humillante para la hija que escuchar aquellos consejos, porque lo que la madre le está diciendo es: "¡eres una negada!¿Cómo te atreves a poner tus dedazos sobre esta partitura tan sublime?¿Cómo puedes pensar que mi sensibilidad lo va a soportar? Eres demasiado vulgar para imitar uno solo de mis gestos al piano. No has nacido para esto y aunque ensayaras millones de años no conseguirías ser una pálida sombra de lo que yo soy. ¡Tu imitación para mí no es un homenaje sino un insulto!

-No sé de qué me estás hablando.

-Me he pasado la vida imitándote. Desde que nos separamos he intentado competir contigo en todo, y sin ningún éxito. Sólo una vez conseguí ganarte,¡una!, con Manuel.

-Con Manuel perdimos las dos...

-Sí, pero fui yo quien se casó con él, no tú. Pero tuviste que venir para demostrarme que podías quitármelo si querías. Yo lo sabía pero tú tenías que demostrármelo.

-Perdóname Rebeca, sé que me he portado muy mal contigo...

...

Las dos caras de la verdad





-Supongamos que tiene un cliente que usted sabe que es culpable.

-No, no empecemos con eso. A nuestro sistema judicial no le importa y a mí tampoco. Todo acusado, haya hecho lo que haya hecho, tiene derecho a la mejor defensa que su abogado le pueda proporcionar.

-¿Y de qué le sirve a usted la verdad?

-¿La verdad?¿A qué se refiere?

-No puedo referirme más que a una cosa.

-¿Cree que sólo hay una verdad?¿Cuál es la auténtica? Para mí solamente hay una: mi versión de la verdad, la que yo genero en las mentes de esos doce hombres y mujeres del jurado. ¿Que prefiere llamarlo de otra manera? Por ejemplo, apariencia de verdad. Eso es cosa suya.