-¿Qué sucede?
-Pues... que ya no puedo soportarlo más. No me deja en paz, no me deja vivir.
-A ver, ¿qué es lo que hace?
-Me sigue, me espía y llama por teléfono a las tantas de la madrugada. Va a verme al trabajo y me la lía. Y ayer...ayer cuando llegué a casa...
-Ángela, tranquilícese. Dígame, ¿qué es lo que ocurrió?
-Si hubiera oído las cosas que me dijo...
-¿Le vio?
-No, fue en el contestador, le he traído la cinta para que la escuche.
-¿Y qué quiere que haga con ella?
-No lo sé, pero yo no puedo más, me voy a volver loca. Por favor, haga algo, denúncielo, lo que sea, me da igual.
-No sé, podemos poner una denuncia por lo que ha dicho pero...
-¿Y qué podrían hacerle?
-Pues se celebrará un juicio de faltas y suponiendo qu todo vaya bien todo quedará en una multa de 15 o 20 mil pesetas y después todo solucionado.
-¿Eso es todo?
-Por unos insultos no se consigue más.
-O sea que todo puede ir a pero. Todo puede volverse muchísimo peor.
-Si le hace algo llame inmdiatamente a la policía o presenta una denuncia en comisaria.
-¿Ah sí? Y cómo voy a hacerlo si ya estoy muerta. Cómo voy a hacerlo si me rompe las piernas y los brazos,¿eh?. Cómo voy a decir nada si me parte la mandíbula en mil pedazos.¡Pero qué mierda de justicia es esta que ni siquiera intenta protegerte!
-No soy yo quien hace las leyes.
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